martes, 6 de febrero de 2007

Articulo sobre Cienciologia en ABC Sevilla

Manuel Palao: «En Sevilla hay cargos públicos y personajes famosos que practican la Cienciología»
(publicado por ABC Sevilla)



Manuel Palao, dirigente de la «iglesia» de la Cienciología en Sevilla, con un libro sobre este movimiento
M.J. PEREIRA.SEVILLA
Manuel Palao vive en Brenes con su esposa y sus dos hijos pequeños. Desde hace once años, el matrimonio pertenece a la «iglesia» de la Cienciología, conocida en España por la militancia de diversos actores de Hollywood. Este colectivo no está reconocido en España como entidad religiosa -figura inscrita en el registro del Ministerio del Interior como asociación civil-, aunque se autodenomina como «iglesia» y «religión».
Manuel ejerce como secretario ejecutivo del Público de la iglesia de la Cienciología en Sevilla, cargo que compatibiliza con la dirección comercial de una empresa. No fue Tom Cruise ni John Travolta quien inició a Palao en la práctica de la cienciología. «Un día cayó en mis manos el libro de dianética, sobre el poder del pensamiento sobre el cuerpo y escrito por el fundador de la cienciología, Ronald Hubbard. Entonces, comenzamos a reunirnos una treintena de amigos y vecinos para leerlo y comentarlo. Al final, terminamos creando una misión en Sevilla», explica Manuel.

También en Sevilla practican la cienciología Carmen Cofiño, una periodista que dejó su profesión para dedicarse a esta autodenominada «religión», siendo actualmente responsable en Sevilla de la secretaría de diseminación de la iglesia de la Cienciología, considerada secta en Francia y aceptada como comunidad religiosa en otros países, como Suecia.

«La cienciología es una religión porque va dirigida a la persona espiritual. No da sermones ni consejos. Es un procedimiento práctico para mejorar la vida de las personas. Esta iglesia ofrece una tecnología de alivio espiritual, no encaminada a la curación física», explica este sevillano, quien admite que la expansión de la cienciología en España no va todo lo rápido que quisieran.

La iglesia de la Cienciología asegura «no esconderse de nadie» en Sevilla y para ello sus voluntarios acuden semanalmente a distintas asociaciones de mujeres, centros de la tercera edad, parques y otros lugares públicos de la provincia para «diseminar» el mensaje del fundador Hubbard. En estos actos, los cienciólogos ofrecen a los asistentes un pequeño libro titulado «Camino a la felicidad», en cuya contraportada se autoproclama como un «código moral no religioso basado totalmente en el sentido común», advirtiendo que «no es parte de ninguna doctrina religiosa».

«Las sectas son un círculo cerrado que se aisla de la sociedad. Sin embargo, la cienciología tiene las puertas abiertas a cualquier persona sin que ésta tenga que renunciar a su religión», argumenta Manuel Palao, quien insiste en que sus amigos, vecinos y compañeros de trabajo saben que es un «cienciólogo» y nadie ha dejado de hablarle por ello.

En Sevilla, las oficinas de Cienciología y Dianética están en la Puerta Osario, donde imparten conferencias gratuitas y ofrecen servicios espirituales desde 30 euros por día. Por ahora, en la misión de Sevilla no hay ningún ministro cienciólogo -cargo al que se opta haciendo un curso-, por lo que las celebraciones por el rito de esta iglesia -bodas y bautizos- están oficiadas por ministros venidos desde Madrid. Según Palao, «en Sevilla se han celebrado una docena de bodas entre cienciólogos en los últimos siete años».

En España, los matrimonios por la «iglesia de la Cienciología» no están reconocidos, por lo que tienen que validarse en el Registro Civil «a diferencia de lo que ocurre -matizó Palao- en Nueva Zelanda, Australia o Canadá».

La asociación afirma que en el mundo hay ocho millones de cienciólogos, 17.000 en España y medio millar en Sevilla. Cofiño niega que la cienciología esté asociadas a personas con mucho dinero, «lo que no quiere decir que haya celebridades que la practiquen».

«La cienciología es compatible con cualquier religión. Puede practicarla cualquier budista, cristiano, musulmán o mormón. De hecho, entre los cienciólogos de Sevilla hay un musulmán. También hay en Sevilla matrimonios de cienciólogos con personas que no lo son».

Perfil del cienciólogo sevillano
¿Qué perfil tienen los cienciólgoos de Sevilla? «Pues desde comerciales a amas de casa, pasando por albañiles, profesionales, ejecutivos, médicos, empresarios... Por la misión de Sevilla han pasado miles de personas, incluso varios altos cargos públicos y personajes de la prensa del corazón, cuyos nombres no damos a conocer para preservar su intimidad», explicó Carmen Cofiño.


En cuanto a las acusaciones de los expertos en sectas sobre las dificultades que los cienciólogos tienen para abandonar esta «religión», Cofiño esboza una sonrisa y señala que «hay total libertad para estar dentro o fuera. Hay quien viene y se queda; hay quien viene y decide no volver. Hay quien viene y no vuelve hasta mucho tiempo después, ya sea buscando ayuda para superar depresiones, problemas familiares, laborales o matrimoniales», afirma la dirigente ciencióloga.

Tom Cruise, polémico ejemplo
Sobre la actividad propagandística de Tom Cruise, señalaron que «el acto está implicado en un programa de alfabetización a través de las tecnologías de estudio de la Cienciología. Tom es respetado, es importante para la sociedad porque ha ayudado a establecer estándares morales». Sobre los desvaríos de Cruise tras acusar a Brooke Shields de tomar antidepresivos y su expulsión de la Paramount, reconocieron que son hechos que no han favorecido a la Cienciología, «pero es más lo que ha ayudado que lo que ha perjudicado», concluyeron Manuel y Carmen.


«Soy cofrade y cienciólogo»
M. J. P.
Manuel Palao, activo militante de la autodenominada iglesia de la Cienciología en Sevilla, se reconoce un «cofrade entusiasta». «Mis dos hijos se visten de nazarenos en Semana Santa, y a mí me encantan las cofradías», explica. De hecho, afirma que entre los cienciólogos «hay mucho cofrade y capillita», hasta el punto de que durante la Semana Santa «la oficina de la Cienciología en Sevilla está vacía, porque todo el mundo está viendo cofradías», manifiesta Carmen Cofiño, otra ciencióloga.

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